martes, 28 de enero de 2014


Río bravo
alguien se ha olvidado de mi.

La ausencia
es una garra de tigre
en pecho desnudo.

Me hago rápida corriente

fuerte en la caída.

Termina este aguacero
o uno de nosotros dos va a desbordarse.




Voy pensando en caminos
en un camino.

Veo un hombre junto al río Maniapure
juntando leña para recibirme.

Está hecho de la humedad del llanto.

Es indestructible

tan amado

pureza

viento

danza de ramas.

Imagen
que sale de mis ojos
con los árboles y un valle.





Amaneció.

Somos nosotros meciéndose en un chinchorro

derrotados

burlados por la pasión.


Te cambio esta verdad simple
por una mano de semillas
que igual darán una cosecha abominable.

Es invierno y puedes sembrar.



                                       Dice que escribe el texto de mi cuerpo
Que tengo un nuevo olor
pezones de algodón
y un montón de niños en mis ojos.

Cuenta historias insólitas

amanece enredado en una mirada clandestina.

Un silencio malvado le acompañó su insomnio.

El más hermoso amante atormentado

se quedó dormido.





Esta desolación hace pesado el camino.

Se han marchado todos a la montaña.

Me quedé con el sol y los árboles
descifrando mis pesadillas.

Escuchando gritos que salen de las profundidades
del fruto de onoto.

Infimos.


Se nombra el salto del pez en el río
la caída del mango
los gritos de los monos.


La selva me asiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario